Reflexiones en torno al papel de estado en el mercado laboral y la informalidad ocupacional . Aportes para política pública

Reflexiones en torno al papel de estado en el mercado laboral y la informalidad ocupacional1. Aportes para política pública

Autor: León Darío Parra B.

El estado moderno tal y como se concibe hoy dista mucho de la concepción totalitaria que planteaba Hobbes, para él, el estado surgía como una  necesidad de controlar y dominar a sus súbditos y sería más estable y eficiente en la medida que: “la calidad de sus ciudadanos le sea indiferente, y que no tenga que esperar de sus virtudes ni nada que temer de sus vicios”(Hobbes, 1979). Por el contrario, en la actualidad la concepción tiende a parecerse mas a lo planteado por Montesquieu, quien defendía la idea de un estado liberal en el que: “el gobierno mas conforme con la naturaleza es aquel cuya configuración se adecua mejor a la forma de ser de la población para la cual se ha establecido” (Montesquieu, 1977).

El estado de hoy debe concebirse en el contexto de un mundo globalizado en el que las fronteras, cualquiera que sea su forma (territorial, económica, tecnológica, social, etc.), se ven cada vez más diluidas. El estado – nación que se concebía en la modernidad bajo nociones de  espacio interior y exterior, a parir de las cuales los gobiernos tenían el control total del país en el que fueron elegidos, en la era postmoderna o actual se ve cada vez más desmantelado. Hoy, el mundo se enfrenta al advenimiento del megaestado (o comunidades económicas) en el que la soberanía nacional sobrepasa las fronteras físicas nacionales, para dar lugar a la realización plena del mercado mundial. (Druker, 1999, Hardt y Negri, 2002).

La cuestión radica en saber en qué medida los pobres se benefician o no de la anterior situación, dado que si bien es cierto que las economías nacionales deben de ajustarse a las exigencias de un mercado globalizado y competitivo, también es cierto, que la población menos favorecida no cuenta con el portafolio de activos suficientes para enfrentarlo. Habría que analizar, entonces, cuál es el papel que juega el estado en la garantía de los derechos sociales de los individuos y su posición dentro de la economía.

La concepción del papel del estado en la economía depende del  cristal con que se mire. Así, mientras que para los regímenes socialistas, el estado no solamente se circunscribiría en la cooperación del desarrollo económico, sino que sería la “fuerza fundamental y decisiva, que de un modo conciente y planificado determina la marcha de la economía bajo las leyes socialistas” (Ostrovitianov, 1950), para el modelo liberal su papel radicaría básicamente en “mantener la ley y el orden, prevenir la irrupción al derecho individual, definir los derechos de propiedad y la interpretación de estos en la economía, y por último la provisión de una estructura monetaria, acorde a las necesidades del mercado” (Friedman, 2002)     

Ambas posiciones contradictorias entre si podrían llevar o al despotismo total, en el que los derechos individuales se ven socavados por la opresión de una supuesta mayoría en manos de una clase déspota –socialismo-, o peor aún, al desmantelamiento del estado como garante y protector de los derechos sociales a expensas de la supremacía del mercado, que no se guía precisamente por principios de equidad e igualdad –neoliberalismo a ultranza-. Ello, llevaría a pensar un término medio que haciendo participe al estado en la economía de forma imaginativa y eficiente, legisle a favor de todos los ciudadanos, adecuando la estructura legal a las necesidades de crecimiento de la sociedad que lo integra, sin intervenir de forma obstructiva en el proceso de desarrollo, pero tampoco, generar los mecanismos, bien sea por acción u omisión, para favorecer a ciertas clases privilegiadas o permitir la dictadura del mercado.

Lo anterior llevaría a formular la siguiente pregunta: ¿Cuál debería ser el papel del estado en la economía en general y en el mercado laboral en particular, si se desea aminorar el crecimiento de la informalidad ocupacional y el impacto de esta en las condiciones de vida de la población ocupada? Para contestar este interrogante es necesario retomar las perspectivas que se han planteado al respecto, ver la relación que tiene el estado con la construcción y preservación de los derechos sociales y laborales de los individuos y analizar por qué la informalidad ocupacional podría ser vista como un problema de política pública en el cual el estado deba intervenir.

En consecuencia, el presente ensayo realiza un acercamiento en torno a cuatro aspectos: 1. reflexionar acerca del papel del estado en el mercado laboral y más concretamente en la informalidad ocupacional retomando algunas de las principales perspectivas que han tratado el tema, 2. analizar la relación estado construcción de derechos laborales y 3. ver si la informalidad ocupacional podría ser vista como un problema de política pública y 4. Analizar algunas experiencias de países exitosos en políticas orientadas a la informalidad ocupacional.  

1 Existe un amplio debate entorno a la definición de empleo y sector informal el cual puede ser consultado en diversos estudios (Rendón y Salas, 1990; Roubaud, 1995;Jusidman, 1993; Parra,2006). No obstante, para los efectos de este escrito, se asume como informalidad ocupacional al fenómeno que involucra toda la población que se encuentra ocupada en actividades generadoras de ingreso, pero no reguladas, en un medio donde actividades similares si lo están” (Portes, 1995).

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Como citar este artículo: 

León Darío Parra Bernal "Reflexiones en torno al papel de estado en el mercado laboral y la informalidad ocupacional . Aportes para política pública" [en linea]
Dirección URL: https://www.zonaeconomica.com/estado-mercado-laboral (Consultado el 18 de Mar de 2024)



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